martes, 7 de septiembre de 2010

Las soluciones emocionales que nos brindan los colores

El color tiene una influencia probada sobre el estado de ánimo de las personas. De hecho, la energía luminosa influye decisivamente en fenómenos básicos de la naturaleza, desde la fotosíntesis de las plantas a las reacciones de los animales. Los colores nos afectan, pues, de distintas formas. Así, según las necesidades de cada momento, nos podemos vestir o rodear del color que más nos beneficiará. He aquí una breve guía para conocer el poder de cada uno de ellos y usarlos en nuestro propio bienestar...

-Amarillo. Simboliza la luz del sol. Representa la alegría, la felicidad, la inteligencia y la energía. Da seguridad y ayuda a enfocar la energía para no dispersarse. Utilizando prendas de este color, te será más fácil terminar los trabajos empezados y proponerte objetivos precisos. Proporciona luz y transmite tranquilidad y optimismo. Es perfecto para cualquier ambiente. El amarillo claro representa inteligencia, originalidad y alegría. El amarillo pálido es lúgubre y representa precaución, deterioro, enfermedad y envidia o celos.

-Azul. Es el color del cielo y del mar, por lo que se suele asociar con la estabilidad y la profundidad. Representa la lealtad, la confianza, la sabiduría, la inteligencia, la fe, la verdad y el cielo eterno. El azul claro se asocia a la salud, la curación, el entendimiento, la suavidad y la tranquilidad; mientras que el oscuro representa el conocimiento, la integridad, la seriedad y el poder. El azul turquesa es el color ideal para las que sufren de problemas de ánimo, desde la ansiedad hasta la depresión. En el hogar: si es claro brinda armonía, pero no se recomienda para el cuarto de dormir porque es demasiado energizante. Para el cuarto elige el azul oscuro, que proporciona un buen descanso.

-Blanco. Se asocia a la luz, la bondad, la inocencia, la pureza y la virginidad. Se le considera el color de la perfección. Limpieza y claridad, juventud y frescura. El blanco es también un color protector utilizado por algunos grupos religiosos para expresar la sencillez o claridad y la pureza del corazón.

-Naranja. Combina la energía del rojo con la felicidad del amarillo. Se le asocia a la alegría, el sol brillante y el trópico. Es el color ideal para conseguir los objetivos propuestos. El naranja oscuro puede sugerir engaño y desconfianza. El naranja rojizo evoca deseo, pasión, placer, dominio, deseo de acción y agresividad. El dorado, que produce sensación de prestigio, significa sabiduría, claridad de ideas y riqueza, representa alta calidad.

-Negro. Representa el poder, la elegancia, la formalidad, la muerte y el misterio. Es el color más enigmático y se asocia al miedo y a lo desconocido (“el futuro se presenta muy negro”…). Sin embargo, es un color protector. Representa también autoridad, fortaleza, intransigencia. Se asocia al prestigio y la seriedad. Bajo ninguna circunstancia se debe usar el negro en casos de depresión, cansancio o ansiedad.

-Púrpura. Está asociado con la sabiduría, la creatividad, la independencia, la dignidad. Aporta la estabilidad del azul y la energía del rojo. El púrpura claro produce sentimientos nostálgicos y románticos. El oscuro evoca melancolía y tristeza. Puede producir sensación de frustación.

-Rojo. El color del fuego y de la sangre, por lo que se asocia al peligro, la guerra, la energía, la fortaleza, la determinación, así como a la pasión, al deseo y al amor. Da mucha energía pero puede ser un color agresivo. Si estás triste te levantará el ánimo. El rojo claro simboliza alegría, sensualidad, pasión, amor y sensibilidad. El rosa evoca romance, amor y amistad. Representa cualidades femeninas y pasividad. El rojo oscuro evoca energía, vigor, furia, fuerza de voluntad, cólera, ira, malicia, valor, capacidad de liderazgo. En otro sentido, también representa añoranza. El marrón evoca estabilidad y representa cualidades masculinas. Por su parte, el marrón rojizo se asocia a la caída de la hoja y a la cosecha.

-Verde. Es el color de la naturaleza por excelencia. Representa armonía, crecimiento, exuberancia, fertilidad y frescura. Tiene una fuerte relación a nivel emocional con la seguridad, por eso, en contraposición al rojo (connotación de peligro), se utiliza en el sentido de “vía libre” en señalización. Es un color que transmite mucha paz y tranquilidad, ideal si se está estresado o debes bajar las revoluciones. El verde agua se asocia con la protección y la curación emocional. El verde amarillento se asocia con la enfermedad, la discordia, la cobardía y la envidia. El verde oscuro se relaciona con la ambición, la codicia, la avaricia y de nuevo la envidia. El verde oliva es el color de la paz. En el hogar: el verde pastel invita al descanso, mientras que el brillante estimula y provoca una sensación de alegría. Este último es ideal para la cocina o el comedor diario.

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